Mi 2013 es tres ciudades, Madrid, Copenhague y Cádiz, y es toda esa gente que me ha acompañado a través de ellas, y a la que quiero dar las gracias por dejarme formar parte de sus vidas y formar parte de la mía.
Copenhagen. To my international family: there are no words to explain what we lived. I would give anything to come back to that time together. Meet you guys, learn from your cultures and take care of each other as we did, was the best part of the year. It is really hard for me to see all the pictures, remember all the moments and how happy we were in Denmark, but it makes me happy at the same time. I’ll never forget, and no matter how far we live from each other, there are no distances. We’ll meet again…some sunny day.
Cádiz. A mi familia gaditana: toda mi gente Airbus, que son mis amigos, que me cuidan a diario, me reciben con una sonrisa, y me hacen sentir como en casa. Y mis compis de piso, mis maris, por sobrevivir juntas al “gas maligno” y nacer de nuevo.
Madrid. A toda mi familia madrileña: os echo de menos, a vosotros y a la ciudad. No hay ningún sitio como Madrid en todo el planeta. He aprendido a vivir sin todos vosotros, y ha sido duro. Pero no importa cuanto tiempo me vaya; siempre que regreso me hacéis sentir como si nunca me hubiese marchado.
Porque este 2013 he descubierto que la vida es conocer gente, quererlos, seguir caminando, echarlos de menos.
♥
martes, 31 de diciembre de 2013
lunes, 16 de diciembre de 2013
La distorsión.
La distorsión
es tan real
como mi amor por ti.
Nadie la ve,
no puede hablar
y no sabe dormir.
Quise llamar, quise llegar a ti,
quise volver, y me quedé esperándote.
La distorsión es tan real
como mi amor por ti.
Si vas detrás
de mi disfraz
te encontrarás a ti.
Si me encontré
pegado a ti
será que estaba bien.
Quise llamar, quise llegar a ti,
quise volver, y me quedé esperándote.
Si me encontré pegado a ti
será que me sentaba bien estar allí.
La distorsión
es tan brutal
como mi amor por ti.
Si no es por ti...
si no es por ti...
si no es por ti, amor…
Ivan Ferreiro
domingo, 3 de noviembre de 2013
Twin Peaks
Y yo
soñaba con poderlo retener,
grabarlo en mi retina para ver
lo simple que pensaba en tu sabor
y algo más,
dormirme en tu camisa
recorrer las vidas que podiamos tener,
la vida que es ahora.
Y fui
buscándote en la misma dirección,
busqué entre las calles tu nombre,
vi aquella camarera de Twins Peaks.
Te encuentro y se van los problemas.
Hoy
recojo los pedazos para ti,
me siento y te escribo en un papel,
las puertas hoy se abrieron para siempre.
Sin querer
las cosas que no quiero quedarán
guardadas en el fondo del desván,
que esconde mil dolores.
Tú,
rompiendo las cadenas con tu voz,
cantándome a la cara una canción,
diciendo que esto será para largo.
Y caer
rendido ante tu cama al descubrir
los sitios donde me quiero quedar,
los sitios que son tuyos,
las esquinas de la luna.
Y hoy
el cielo se abrirá
y nos prometió
que todo lo que hicimos hasta aquí
tenía que pasar
y lo comprendo,
para ser los amos de una nueva situación.
Y yo
soñaba con poderlo retener,
será un largo recorrido sin igual.
Soñaba con poderlo retener,
un largo recorrido sin igual,
dormirme en tu camisa y recorrer
un largo recorrido sin igual.
Ivan Ferreiro
soñaba con poderlo retener,
grabarlo en mi retina para ver
lo simple que pensaba en tu sabor
y algo más,
dormirme en tu camisa
recorrer las vidas que podiamos tener,
la vida que es ahora.
Y fui
buscándote en la misma dirección,
busqué entre las calles tu nombre,
vi aquella camarera de Twins Peaks.
Te encuentro y se van los problemas.
Hoy
recojo los pedazos para ti,
me siento y te escribo en un papel,
las puertas hoy se abrieron para siempre.
Sin querer
las cosas que no quiero quedarán
guardadas en el fondo del desván,
que esconde mil dolores.
Tú,
rompiendo las cadenas con tu voz,
cantándome a la cara una canción,
diciendo que esto será para largo.
Y caer
rendido ante tu cama al descubrir
los sitios donde me quiero quedar,
los sitios que son tuyos,
las esquinas de la luna.
Y hoy
el cielo se abrirá
y nos prometió
que todo lo que hicimos hasta aquí
tenía que pasar
y lo comprendo,
para ser los amos de una nueva situación.
Y yo
soñaba con poderlo retener,
será un largo recorrido sin igual.
Soñaba con poderlo retener,
un largo recorrido sin igual,
dormirme en tu camisa y recorrer
un largo recorrido sin igual.
Ivan Ferreiro
sábado, 12 de octubre de 2013
I miss…
Effie’s
swag.
Aggela’s
laugh.
Vasilis
talks.
Fabio’s
guitar.
Itsaso’s
cherrywine.
Edo’s
songs.
Manu’s
sentences about Erasmus.
Alain’s
accent.
Emila’s
voice.
Mari’s
food.
Marcel’s
games.
Philipp’s
drunkenness.
Misaki’s
mockery.
PA’s smile.
Richard’s
sassyness.
Noemi’s
gaze.
Christian
calling me innocent.
Merve’s
protection as Mother of Erasmus.
Maria
Valleva’s love for Denmark in general.
The french
girls brightness.
Pawel’s
drawing on the door.
Kitchen 2B,
the nights, the singing moments, the drinks, the clubs, the walks, the trains,
the talks, the celebrations, room 29, the view from my window,
the view from kitchen 2B window, the international dinners, the RUC parties, RUC cinema, Australian Bar, Distortion Festival, drunk danish people, the danish flag,
Nyhavn, the Marble Church, the Black Diamond Library, the fucking mermaid,
calimotxo, vozka-redbull, Drive’s soundtrack, the trip around Denmark, the 2BMW
crew, the llamas, Sweden, Friday Bar, the danish language, Uncle Obama’s
bananas, Korallen, Kolibrien, Trekroner, the lake, the sunny days, the lost
kids, the fucking sun from 6 a.m., the lack of sleep, Sex & Trekroner, Drácula,
Voldemort, parties at 1C, parties at 2B, We are your friends, meatballs, greek
people, people from other countries, the visit of my friends’ friends, find
spanish people in every party, people’s stories, the walk to the post office,
the coming back from Copenhagen at 6 in the morning, the McDonald’s breakfast,
danish crowns, Fakta, Superbrugsen, Bik Bok, danish H&M, danish Tiger,
Tiger’s analog cameras, 2B crew, “Næste station: Trekroner”, my last wake up at kitchen 2B
hugging my flag…
I miss even the cold, the -15 degrees, RUC Universitet,
Project work, the tarantula, the expensive prices and the snow.
martes, 1 de octubre de 2013
ERES (en Sefarad, de Antonio Muñoz Molina)
No eres una sola persona y no tienes una sola historia, y ni
tu cara ni tu oficio ni las demás circunstancias de tu vida pasada o presente
permanecen invariables. El pasado se mueve y los espejos son imprevisibles.
Cada mañana despiertas creyendo ser el mismo que la noche anterior y
reconociendo en el espejo una cara idéntica, pero a veces en el sueño te han
trastornado jirones crueles de dolor o de pasiones antiguas que dan a la mañana
una luz ligeramente turbia, y esa cara que parece la misma está cambiando
siempre, modificada a cada minuto por el tiempo, como una concha por el roce de
la arena y los golpes y las sales del mar.
Durante unos segundos un sabor o un olor o una música de la
radio o el sonido de un nombre te hacen ser quien fuiste hace treinta o
cuarenta años, con una intensidad mucho mayor que la conciencia de tu vida de
ahora.
Eres cada una de las personas diversas que has sido y
también las que imaginabas que serías ,y cada una de las que nunca fuiste, y
las que deseabas fervorosamente ser y ahora agradeces no haber sido. Al mismo
tiempo que tú se transfigura la habitación donde estás y la ciudad o el paisaje
que se ve desde la ventana, la casa que habitas, la calle por la que caminas,
todo alejándose y huyendo nada más aparecido al otro lado del cristal, sin
detenerse nunca, desapareciendo para siempre. Ciudades, recuerdos y nombres de
ciudades en las que parecía que ibas a vivir siempre y de las que te fuiste
para no volver, estampas de ciudades en las que pasaste unos días, recién
llegado y ya a punto de marcharte, y que ahora son en la memoria como un
desorden de postales en colores fuertes y rancios, como los azules en las
postales de las ciudades marítimas en los años sesenta.
Quién eras cuando caminabas por cualquiera de ellas,
sumergiéndote con miedo y fervor en el anonimato que te ofrecían, en la
suspensión y en la pérdida de una identidad que era invisible para cualquiera
de los que se cruzaban contigo. Si acaso lo que menos cambia, a través de
tantos lugares y tiempos, es la habitación en la que te recluyes, ese cuarto
del que según Pascal no debería uno salir nunca para que no le sobreviniera la
desgracia.
Eres cualquiera y no eres nadie, quien tú inventas o
recuerdas y quien inventan y recuerdan otros, los que te conocieron hace
tiempo, en otra ciudad y en otra vida, y se quedaron de ti como una imagen
congelada de quien eras entonces, una de esas fotos olvidadas que a uno le
extrañan y hasta le repelen cuando vuelve a verlas al cabo de los años. Eres
quien imaginaba porvenires quiméricos que ahora te parecen pueriles, y quien
amó tanto a mujeres de las que ahora ni te acuerdas, y quien te avergüenzas de
haber sido, quien fuisteavecessinquelosupieranadie.Eresloque otros, ahora
mismo, en alguna parte, cuentan de ti, y lo que alguien que no te ha conocido
cuenta que le han contado, y lo que alguien que te odia imagina que eres.
Cambias de habitación, de ciudad, de vida, pero hay sombras y dobles tuyos que
siguen habitando en los lugares de los que te marchaste, que no han dejado de
existir porque tú ya no estés en ellos.
Cambias de vida, de habitación, de cara, de ciudad, de amor,
pero aun despojándote de todo queda algo que permanece siempre, que está en ti
desde que tienes memoria y mucho antes de alcanzar el uso de razón, el núcleo o
la médula de lo que eres, de lo que nunca se ha apagado, no una convicción ni
un deseo, sino un sentimiento, a veces amortiguado, como una brasa oculta bajo
las cenizas del fuego de la noche anterior, pero casi siempre muy agudo,
latiendo en tus actos y tiñendo las cosas de una duradera lejanía: eres el
sentimiento del desarraigo y de la extrañeza, de no estar del todo en ninguna
parte, de no compartir las certidumbres de pertenencia que en otros parecen tan
naturales o tan fáciles, la seguridad con que muchos de ellos se acomodan o
poseen, o se dejan acomodar o poseer, o dan por supuesta la firmeza del suelo
que pisan, la solidez de sus ideas, la duración futura de sus vidas.
Yo no soy quien era
entonces, y estoy muy lejos de las ideas que me llevaron allí, pero hay algo
que sé y me gusta saber, sé que fui insensato y temerario, pero no fui cobarde,
y sé también que no es mérito mío, que pude haberlo sido, igual que lo fueron
otros, incluso algunos que se las daban de muy valerosos antes de que empezaran
a silbar los disparos. Pero también yo estoy vivo, y otros murieron, valientes
o cobardes, y muchas noches, cuando no puedo dormir, me acuerdo de ellos, me
parece que vuelven para pedirme que no les olvide,quedigaqueexistieron.No sabes
lo que hubieras sido, lo que podrías ser, pero sí lo que de un modo u otro has
sido siempre, visiblemente o en secreto, en la realidad y también en los
ensueños de la imaginación, aunque tal vez no a los ojos de otros. ¿Y si fueras
de verdad lo que otros perciben, y no lo que tú imaginas ser, igual que no eres
quien tú ves en el espejo, y que tu voz no suena como tú la escuchas?
Puedes llegar a la consulta del médico creyéndote
invulnerable a la muerte, titular de un tiempo de vida prácticamente ilimitado,
y salir media hora más tarde sabiendo que hay algo que te aleja y te separa de
los otros, aunque nadie todavía pueda advertirlo en tu cara, que a diferencia
de ellos, que se imaginan eternos, tú llevas contigo, dentro de ti, por la
misma calle por la que viniste con tanta despreocupación, una sombra que ellos
no ven y en la que no piensan, aunque también les ronde y les esté esperando.
Cuando sales a la calle, al cabo de no más de una hora,
deslumbrado al principio por el sol, después de que tus ojos se habituaran a la
penumbra de la consulta, la ciudad a la que vuelves ya no es la misma que
creías conocer, y ahora los hombres y las mujeres que se cruzan contigo ya no
son tus semejantes, y hasta la textura de la realidad ha cambiado, aunque
superficialmente permanezca idéntica, igual que tu cara y tu aspecto general
son los mismos cuando los ves de soslayo en el espejo de un escaparate. Caminas
por la ciudad que ya no es la tuya con una sensación de agrio despertar, de
haber abierto los ojos a la luz rara del amanecer y descubierto con menos
asombro que vergüenza que te has convertido en algo inusitado, en un gran
insecto, en un enfermo, en alguien que sabe que va a morir; pero la sensación
también es la de estar soñando, la de moverte en el interior de una pesadilla,
más siniestra porque todas las cosas que aparecen en ella son las
cosasnormales,y los lugares los de cada día, y la luz la de una mañana soleada
de Madrid.
Antonio Muñoz Molina
sábado, 13 de julio de 2013
Tiger's magic camera.
Tiger, la tienda mágica del norte, vende lo que llamamos 'the magic camera'. Simplemente es el regreso a lo analógico, a las cámaras de usar y tirar, por solo 20 coronas. Y llegaba ese momento exacto que sientes debes capturar. Queda entonces grabado por siempre, esos instantes, allí donde fuimos tan felices.
jueves, 27 de junio de 2013
Mi corazón se ha quedado en CPH.
"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, mientras sigo a la gente que me interesa. Porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas"
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