miércoles, 7 de enero de 2015

Zahara


Somos frágiles…
Sometemos nuestros cuerpos 
a sobredosis de emoción 
y distancias largas 
que nos matan lento. 
No tenemos tiempo, 
no tenemos tiempo…


Se empezó a derretir, la coraza cayó,
y mi piel se volvió fluorescente.
¿Durante cuánto tiempo estuve hibernando?
No me interrumpiste, 
me estabas esperando.

Me hiciste olvidar los hombres de la Tierra.
Tenías el sabor de todos los helados.
Éramos extraños en días sin lluvia
bajo las Perseidas para verlas caer.

Cuando acabó aquel letargo sin fin
me quedé en agosto a vivir. 


No sé que acabó sucediendo,
sólo sentí dentro dardos.
Nuestra incómoda postura
se dilató en el espacio

Se me hunde el dolor en el costado,
se me nublan los recodos,
tengo sed y estoy tragando,
no quiero no estar a tu lado.

Me disfrazo de ti.
Te disfrazas de mí.
Y jugamos a ser humanos
en esta habitación gris.

Muerdo el agua por ti.
Te deslizas por mí.
Y jugamos a ser dos gatos
que no se quieren dormir.

Me moriré de ganas de decirte
que te voy a echar de menos…