martes, 11 de enero de 2011

Busca excusas fáciles, que hay miles.

Una vez más soltando el mismo rollo de siempre. Quiero decir, vale, está bien, es un hecho. Pero joder, lo tenemos más que asumido, lo hemos entendido. Eso no significa que vayamos a permitirlo, yo no pienso dejar que pase.

Todo esto viene por el comienzo del segundo trimestre. Estudio Periodismo y Comunicación Audiovisual. Sí, esas carreras por las que nadie da un duro, esas carreras que todos dicen que te sacas con la gorra (vale, no hay que hacer muchas cuentas, pero tienes que tener algo, tienes que amarlo) y esas carreras que te hacen terminar trabajando en el Mercadona, Carrefour y derivados. Bla, bla, bla. Ese discurso ya me lo sé, y eso que estoy en segundo año de carrera.

Desde el primer día ya te avisan, llegas con toda la ilusión de este mundo a tu primera clase en la universidad. Algunas han ido a la peluquería, otros se han puesto sus mejores galas, otros van en chándal porque sencillamente tuvieron un 5 en Selectividad y derecho les aburría demasiado. Solo estás pendiente del chico mono, de la pija y de otras gilipolleces. Y entonces llega el profesor de turno y te suelta que hay 124354 millones de periodistas y que solo un 30% ejerce la profesión. Pero es que incluso antes, cuando estás decidiendo tu futuro, cuando tienes ante ti esa preinscripción que te causa pavor, incluso en ese momento vital, todos a tu alrededor te lo recuerdan.

Bueno pues ha dejado de hacerme gracia. La verdad, nunca me lo hizo. Mi nuevo profesor nos ha contado amablemente que de las sesenta personas que eran en su clase, solo seis trabajan en periodismo. Y para redondearlo, añade que eso solo nos lo dice para que espabilemos, porque a él se lo dijeron, lo dio todo y terminó trabajando para el profesor que se lo soltó.

El tío llega y suelta esto, y lo hace de la ostia además. Quiero decir que han sido dos horas de clase, pero bastante interesantes. Ha soltado de vez en cuando el típico “yo he hecho yo tal, conozco a Pascual”, es inevitable. Pero entonces empieza a preguntar cuál es tu tal favorito o cuál es tu referente, que si conoces quién es el referente que tuvo tu referente, y te empieza a entrar una cosica rara por el estómago. Es la leche porque no lo tienes claro, de repente no tienes nada claro. Mi amiga de clase dice que no le gustan estas asignaturas, dice que le provocan disyuntivas personales.

(Esto es otra disyuntiva, aún más personal.
Creo que este trimestre entre clases, la de 1º, inglés y periódico no podré tener vida social).

Bueno pues yo no estoy dispuesta a dejar que ellos tengan razón. Pero no lo estaba desde el principio, nunca permitiría ser una más o no ser nadie, o estar en esto para nada. No hace falta que vengas tú y me lo digas, porque estoy haciendo lo que seré mañana, porque por lo que hoy me curro mañana sonreiré. Y aprecio tu preocupación, pero aprecio más que me cuentes tus experiencias y me pongas mil películas interesantísimas para que luego las comentemos, como hizo el gran Luque Cózar. Quiero que me enseñes todas esas cosas que ignoro, todas esas maravillas que me estoy perdiendo, y aprender de ello.

Joder, es que ya lo decía Nach en su canción: “Hijo, en lo que seas, pero el mejor”.


With love,
Cat

1 comentario:

  1. NO TENGO PALABRAS...
    Que cierto, que bonito, que grande.. Me encanta! Y es posible que te robe una frase para el nick del tuenti...espero que no te moleste y te sientas orgullosa!
    No vamos a NO SER NADIE Luna, eso no va a suceder... porque en esta profesión los que amamos, amamos. Y se nota la diferencia.

    ResponderEliminar